En mis pequeñas siestas, cuando cierro por unos segundos los ojos por el sueño y desvanezco lentamente en mis pensamientos, en esos momentos el tiempo se me hace eterno, no se correspondería con la medida de nuestro reloj, sería el de otra dimensión, una extraordinaria sensación donde siempre estás tú, están tus besos, tus caricias, la intensidad de tu abrazo, vivimos nuestro mejor ayer, todo está a salvo, aún recibo maravillosas cartas de amor...