De todas las virtudes que hay en el mundo hay una que en mi criterio es la más importante de todas y de la que me gustaría hacer referencia hoy... la bondad.
La bondad es una actitud positiva y constructiva hacia los otros, hacia la naturaleza y hacia las cosas. Es la inclinación natural a hacer el bien. La bondad puede verse representada de mil maneras aunque siempre se la considera acompañada de otros valores tales como la pureza de alma, la tranquilidad, la paciencia, la mesura...
Yo creo que el uso de la bondad como parte del buen carácter vendría a ser la llave maestra para obtener una vida feliz y plena, con uno mismo y con los demás. Todos tenemos la capacidad de ser buenos pero debemos desarrollarla con la práctica, como forma de vida y así poder elevar nuestro nivel de entendimiento y superar nuestros propósitos. Una de las premisas para llevar esto a la práctica es cuando dejamos de creer que los demás son culpables de nuestros males.
Parece sencillo poseer esta buena voluntad, pero en absoluto lo es y la práctica diaria de llevarla a cabo resulta muy complicada... Intentar sonreír al que está a tu lado, ver lo bueno de las personas y de los momentos, usar la amabilidad, educación y respeto sin excepción, corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros, sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, ayudar a quién próximo a ti lo necesite...etc.
Creo que la bondad es la virtud fuente de todo, y hoy desde aquí me sumo a muchos filósofos, que a lo largo de toda la historia, quisieron hablar sobre ella.