Carta de un padre a su hija
25 de diciembre de 1966

Pronto será navidad y una vez más tengo el mismo problema: no se qué regalarte. Yo sé que te interesan muchas cosas: libros, juegos, vestidos.

Pero quiero regalarte algo que se quede contigo mucho tiempo, mucho mas que lo normal. Algo que te haga recordarme cada navidad.

Y creo que sé qué quiero darte. Una simple verdad, que para mí no fue evidente desde el principio, y si tu la entiendes ahora, ella mejorará tu vida muchas veces. Y no tendrás que enfrentar problemas que afectan a las personas que nunca la han escuchado.

Es muy sencillo: Nadie te debe nada.

¿Qué significa eso?

¿Cómo puede ser que una afirmación tan sencilla pueda ser importante? Es posible que por ahora no te lo parezca así, pero literalmente, te salvará la vida. Nadie vive por ti, hija mía. Porque tú eres tú, y nadie más. Cada uno vive por si mismo y por su felicidad, y cuanto antes lo entiendas, te será mas fácil librarte de la expectativa de que alguien te haga feliz.

Significa que nadie está obligado a quererte. Y si alguien te quiere, es porque en ti hay algo especial que lo hace feliz. Intenta entender qué es eso tan especial y refuérzalo para que te quieran más. Y si la gente hace algo por ti, es porque así lo quieren; quiere decir que por alguna razón tú eres valiosa para ellos y quieren complacerte, pero no porque alguien te deba algo porque si, sin razón.

Eso supone que nadie tiene la obligación de respetarte. Y algunas personas no te tratarán bien, pero tan pronto como entiendas que la gente no está obligada a tratarte bien, aprenderás a evitar relacionarte con quien pueda herirte. Y sí, tu tampoco les debes nada.

Y otra vez, nadie te debe nada.

Debes ser cada día mejor solo para ti misma, y en ese caso otros querrán estar cerca de ti, y querrán apoyarte y compartir contigo lo que sea necesario. Si alguien no quiere estar contigo, el problema no serás tú; si eso ocurre, busca relaciones que tú quieras, no permitas que un problema ajeno sea tuyo también.

Cuando entiendas que el respeto y el amor de quienes te rodean hay que ganárselo, nunca más vas a esperar lo imposible y no vas a sentirte decepcionada. Los demás no están obligados a compartir contigo sus sentimientos ni pensamientos, y si lo hacen eso quiere decir que tú lo mereces; eso significa que tienes razones para sentirte orgullosa del amor que recibes, el respeto de tus amigos y todo lo que te has ganado. Pero no lo tomes por sentado, como algo que debe ser así, porque puedes fácilmente perderlo todo, nada es tuyo por derecho, todo eso hay que ganárselo.

Mi experiencia.

Sentí que tenía una piedra saliendo de mi pecho cuando entendí que nadie me debe nada. Hasta ese momento yo pensaba que eso no era asi, y desperdiciaba mucha energía cuando no obtenía lo que quería.

Nadie está obligado a respetarme, a ser mi amigo, a amarme o a hacerme progresar. Al final mis relaciones interpersonales mejoraron porque aprendí a estar con las personas con quienes quiero estar, y hacer sólo lo que quiero hacer.

El entender esto me abrio las puertas para nuevas amistades, relaciones de negocios, clientes potenciales y dejó entrar a mi vida nuevas personas a quienes ahora amo. Saber esta verdad siempre me recuerda que puedo recibir lo que deseo solo si logro llegar hasta la otra persona. Debo entender lo que el otro siente, qué quiere y qué es importante para él; y sólo en ese momento puedo entender si quiero o no relacionarme con esa persona.

No es tan facil explicar en dos palabras lo que tuve que descubrir y aprender en años, pero puede ser que tu vuelvas a leer esta carta cada navidad y su sentido sea para ti cada vez mas claro.

Espero que así sea porque en realidad necesitas entender cuanto antes que nadie te debe nada.