La llamada de la sangre

4 de febrero de 2009

- ¿Julio?
- Sí
-Hola, soy  ...
¿me conoces?
- Sí, claro.
- Te llamaba porque quisiera tomar un café contigo, ¿quieres?
- Sí.
- Te doy mi número de teléfono.
- De acuerdo.
- ¿Tienes papel y lápiz?
- Sí. Díme.
- 636 ... ...
- ¿Es un móvil?
- Sí. Cuando quieras tranquilamente me llamas y nos tomamos ese café.
- Vale, yo te llamo cuando encuentre el momento y te digo. Tengo muchas ganas. Adiós.
- Adiós.