Ella en mí



Sentir la música es hablar con uno mismo, soñar despierto decorando de mil formas tus pensamientos. Anoche me envolví nuevamente en ella, la necesitaba. Esta vez la vestí de un tono nostálgico y algo lánguido, pero como siempre resultó sublime en su belleza y eficaz en su función. Hoy, al despertar, todavía podía escucharla, estaba allí, conmigo, no se fue en la noche, me acarició mientras a ella abrazada me dormía, me fundió en sus brazos sintiendo su calor... gracias, le dije, y ella sola se vistió de alegría.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entiendo muy bien esa sensación.

saludos